De Árboles
En filincos de mi mente crecen árboles brutales.
Puedo alcanzar sus copas con mis manos desde la cima,
donde elevo mi copa, y brindo por mi sanidad que titubea.
Siento temor al ver la sima, y me insinúa que soy alado,
pero el aliado plumaje de mis alas, ha dejado en su lugar,
el triste desdén de este desalojado virtual teclado.
Me desmorono y caigo, como un cerro saturado,
por antiguos torrenciales de batallas históricas.
El indio en mí, y el blanco en mí, han dejado en mí,
un fallido guerrero, ya diluido en tanto insosegado suspiro.
Ya las frágiles ramas de mi árbol, apenas sostienen su pasado,
sus ágiles armas han pasado a rendir honor a otros lares.
Y llueve, y llueve en mi ocaso, como lágrimas gruesas...
¡Que inundan y presagian mis más ténebres pesares!
Tommy Duque
Noviembre 12 2019
Escrito en Litegua desde Puerto Barrios a Guatemala.
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Amigos, en 2019 fui a Guatemala por tres meses, escribí esto en mi viaje por ómnibus de Puerto Barrios
al aeropuerto en la capital de Guatemala, viajando entre montañas con árboles inmensos.
Fue la primera vez que me atreví a escribir algo en mi celular.
Filinco, en Guatemala es un abismo, precipicio, barranco.
Insosegado, modificado caprichosamente por mí, contrario a sosegado.