Sol que fulguras con la vida,
y que al amanecer contagias,
rayo de luz que como
antorcha encendida,
das a mi ser, esencia,
con tu magia.
Luz que destella luz
en las tinieblas,
tinieblas que invitan
a las sombras
a morar las almas.
Rayo que incita
a vivir en armonía
bajo el esplendor de oriente,
columnas que sostiene la sonrisa,
y hermandad que bruñe
al diamante con alegría.
Sol naciente que cobijas
esperanzas de igualdad,
con seres fraguados
al calor de la libertad
y en la fraternidad.
Por tus rayos, sol,
soy lo que soy.