... me sobra el frío
el té no alcanza.
Todo lo mío
se ha vuelto nada.
Ya no sonrió
duele la cara.
Arde el recuerdo
en la añoranza.
Gime mi pecho
se aja mi alma.
Vivo sin miedo
ante el mañana.
Cuando despierto
¡muero de rabia!
¡por no llevarme
Madre de mi alma!