Ben-.

Por todo el amor del mundo-.

Ando de noche por la luna.

Por todas las carreteras se me inundan

la tierra y los planetas, que giran cual

cabeza loca y desasosegada. En mi propia

cabeza, la lengua se hace densa, se espesa.

Y pernocta en cualquier lugar, mi dura osamenta.

Voy dentro de todas las casas, de todas las opuestas

viviendas: de aquellas más abandonadas, entro y hago

luz de linterna. Sus telarañas pendulares me regocijan,

soy un extraño al que visitan las arañas y pequeñas escolopendras.

Ando, sí, descalzo por todo el amor del mundo-.

 

©