Se siente temblar la arena
que pisan los pies descalzos.
Intentan humedecerla
pero el sol se hace más claro.
Las pupilas, como piedras
que acribillan en el alma
armando fiel coraza
que dormía en el armario.
No está el despecho clavado
ni hay conciencia sudorosa.
No se ve el cielo de gris,
ni embravecidas las olas.
Bajo la sombra, escondido,
cree que ríe el engaño...
Pero el amor, por su luz
ríe solo a carcajadas.
Autora: EmitzaSR
De Cuba.