Son las piedras del camino las que cuentan
historias de vivencias pronunciadas,
brisa sin edad, sonar de lluvia en los tejados,
pasado con suspiros que atraviesa
la edad y el tiempo sin hablar.
Viento ufano sobre sauces venturosos,
rio sin mancha con vertientes de ilusión,
canto de cenzontles
y los charcos de las calles dejan ver
su marca entre huellas que se van.
Placer de inocencias perfumadas
es la cara de los niños que sonríen,
rubor sin fronteras,
oro plata incienso y floración
de un jardín perdido
entre montañas y risco sin labrar.
Tatuado entre los valles
el campo y su paisaje dejan ver
la sonrisa del sol, el canto del gorrión
y la pálida silueta de la brisa
que acaricia la cascada cuando cae.
Soy viento cuando corro,
silencio cuando callo, verdad
cuando sonrío venturoso y el sisón
desnuda a la esperanza y al amor.
Un niño juega,
su sonrisa de alboradas es de sol,
el nardo, la brisa y el silencio nos muestran
que a Dios
le complace la belleza de este Edén.
Son las piedras del camino las que cuentan
los pasos cansados de mis pies.
Autor…reh