Buenas noches amor de mi vida, dónde quiera que se encuentre.
Desde esta orilla, le escribiré poesía mientras duerme y por la mañana al despertar, el aroma a jazmin de nuestro balcón, le dará los buenos días
Antes de nuestro primer café, le haré el amor a su sombra dormida, entre sus lagañas y sus mieles infantes
Recelosas las agujas del reloj que nos miran en silencio
La plenitud perfecta solo dura un minuto.
Y ese minuto amada mía, es tan parecido a una eternidad.