Hay una distancia imaginaria
entre dos pares de ojos.
Una conversación secreta
de gestos y silencios.
Hay un material de huesos
resonando en la memoria
tratando de conectar puentes,
voces, tal vez mensajes.
Hay un vacío interpersonal
conocido, aparente y mudo.
Una palabra vacía de sonidos.
Hay un mensaje vital
emocionándonos
y no expresa palabras.