En el silencio te hallé
y te amé con gran ternura,
una silente aventura
que jamás olvidaré;
en mi soledad te amé
con la obsesión que perdura,
con la intención que asegura
que por siempre te querré;
y entre el silencio partiste,
retornaste a aquel Edén,
en la nada te perdiste;
y mi corazón también,
al momento que te fuiste,
entre tus labios se fue...