Freddy Kalvo

Décimas al dolor

 

Nadie mira claramente

con los ojos lagrimosos,

si además son dolorosos

los momentos, de repente.

Cuando el clima es inclemente

y la lluvia nunca cesa

siempre queda el alma presa

y atorada en una angustia.

¿Qué valdrá la vida mustia,

si el dolor nunca procesa?

 

El dolor que se acumula

y que nunca se libera

va creando una barrera

y la vida se encapsula,

donde la tristeza ondula

como mares con sus olas.

¿Y por qué la vida inmolas,

en las llamas del quebranto

derramando tanto llanto

y el dolor nunca controlas?

 

¡Libérate de las llamas

y el dolor que da congojas!

¿Qué no ves cómo las hojas

se desprenden de las ramas

y adornando van las gramas

cuando vuelan con el viento?

¡Dale muerte al sufrimiento,

cuida más siempre la vida

que si sangra más la herida

fluye más el sangramiento!

 

Piensa en esto que te digo

con mis versos más sinceros

porque en medio de aguaceros

va creciendo más el trigo.

Si permites, yo prosigo,

reforzando más la estima.

El dolor que a ti te oprima,

no será tan perdurable

«cuando el alma como un sable,

corte lo que le lastima»