Me mantendré firme esperándote
soñando con la calidez de tu mirada;
los años me desgarran con su guadaña,
pero sigue firme la esperanza de buscarte.
En lo alto, más allá del cenit del horizonte…
mi alma te anhela perdidamente enamorada;
abandonándome en el recuerdo de tu estampa
que… bizarra, me encandila y me hace extrañarte.
¡Oh mi amado y dulce amor sempiterno…!
introyectas de entusiasmo y alegría mi vida;
me subsumes en ese encanto que te hace mío;
innegablemente me declaro a tus pies… rendida.