Sí, algo rompe el silencio nocturno
gravita los espacios, fríos, desiertos.
La duda cierne hiel en mis aciertos
cenizas en el crepúsculo diurno.
Acércate a mi ser triste, taciturno,
eleva, en mis silencios despiertos
el azul de tus cielos entreabiertos
ver tu aura posar sobre saturno.
Y tómame antes de ser dos extraños
este camino será una eternidad,
ver que pasa el océano de los años.
No existe refugio en la inmensidad
tan sólo un cruel invierno en los castaños
ni siquiera aquel afán de humanidad.