Un poco de impaciencia
entre las manos, un cuaderno usado
diez clips que no se quedan
prendidos a las páginas del pasado;
mi silencio escribe, el ocaso llega
y en sus páginas ajadas el dolor duele
por tanta incidencia perturbable,
las cortinas blancas asemejan
nubes de verano. Cuánta nostalgia
cuelga de las paredes de la casa,
sonrisas, llanto, insomnio, detalles,
dan cuenta del ayer y acechan
como una fiera sigilosa a su presa.
Tomo un sorbo de café y acomodo
cada cosa en su lugar,
las fotos, mi pluma, los lentes,
el hastío, no sirve de nada la osadía
cuando se filtra sigilosa la verdad.
Termino mi manuscrito y firmo.
Ellas jamás entenderán mi desatino.
Autor…reh