Si para usted no ha sido grato haberme conocido, déjeme decirle que aunque mi existencia le repugne para mí ha sido el placer más bello en esta vida.
No se moleste ni se ofenda, querida amiga, si alguna vez le llamé borracho preguntado si aún me quería, eran las ganas de quererla junto a mí ¿No vió acaso lo desdichado de mi pobre corazón? Espero pueda comprenderme un poco pero si no lo hace yo si le comprenderé a usted.
Tal vez mis cartas no las lea, ni siquiera se si le llegan puesto hace algunos años que no se si usted sigue viviendo en ese hostil bosque.
¿Recuerda las veces que nos perdimos ahí? No me diga que no, si bien usted quería verme todo el tiempo, acariciar mis manos y envolverse en mi pecho, era tan dulce su forma de verme que no podía pensar en algo más que no fueran esos bellos ojos acaramelados.
Oh, mi querida amiga, ¡Cómo le extraño! se que fui un descarado y le prometí no volver a pisar en su patio, pero me es imposible olvidarle amada mía, si tan solo oírle extasiaba mis heridas, tan solo su perfume ahuyentaba las moscas que hurgaban en mi piel.
Espero algún día volver a cruzarnos pero se que por ahora sus sentimientos están todos alborotados. Si le veo tal vez volvamos y mis mariposas se enfadarán con las suyas, y sus lágrimas harán con las mías un planeta desorbitado.
¿Por qué será que nos costó tanto descubrirlo? debí saberlo cuando me dejó plantado, debió saberlo cuando no comprendí por qué su cabello le importaba tanto.
Pero así somos, y aunque tratamos, no pudimos amarnos.
Te amo y se que tú me amas.
Me amas y se que yo te amo.
Pero no sabemos amarnos y es eso lo que nos causó tanta tristeza.
Espero se encuentre mejor, y ya no llore cuando se vea así misma, mientras yo exista habrá alguien que le recuerde como si se tratase de la misma luna.
Posdata; Querida amiga de ojos acaramelados, espero vernos pronto, ya te veo en mis sueños, y en mis recuerdos también. En cada noche, me mece añorarte corazón.