Te imagino llorando
y siempre llorando…,
y el silencio en tu pecho.
Yo también estoy llorando.
Y tus ojos sin lágrimas
me miran con dolor, con pena, sufrimiento;
hoy tu corazón ya no parece
estar alegre, ni tranquilo ni contento.
Inmóvil, tu cuerpo
ya no me siente llegar…,
y tu canto es tan lejano
que ya no lo puedo escuchar.
Ni rumores ni voces
ni nada que te recuerde
ni tampoco la voz triste
de este amor que me envuelve.
No quiero en mis recuerdos
llevarte adormecida
así, has de saber por el viento
que mi voz no te olvida.