Sucede al llanto alegría
la calma al ciclón sucede;
y el hombre su vida puede
cambiarla con bizarría.
Eterna no es la agonía
para el que no retrocede;
y con coraje procede
a luchar con gallardía.
La vida se vive plena
si cargamos en su viaje
la coraza de templanza.
¡Pues nunca vence la pena
cuando vestimos el traje
de fe, vigor y esperanza.
Autor: Aníbal Rodríguez.