Me asomo a tus ojos para contemplarte
en tu infinito revolotear de mariposa
palideciendo el cielo con tu total sosiego
como jacaranda viva, como arboleda indócil
Me asomo a tu cuerpo,
para dejarme amar por tus manos
que descubren en mi piel el eco de mi alma
la palabra amor en tan solo un instante
presintiendo la entrega,
como el crepúsculo presciente la noche
Llamo a tu oído con el silencio de mis besos
Reflejándome en el pétalo de tu pecho
Donde ignoro el tiempo,
Intuyendo la eternidad
Se que estoy vivo, congelando las edades
en el círculo de luz que entrega tus sentidos
miro, palpo, siento, con la intensidad de tu latido
renunciando a mi desvelo
hasta descansar en tu vientre