Yo siento el frío como un infierno helado
ahora que no está su cuerpo,
ahora que su calor está en mi recuerdo
y no comprendo donde está Dios;
Después de haber volado juntos
y haber rodado desnudo por los linderos
de su cuerpo: se hizo alma,
aire, calor universal,
y sobre todo luz azul.
Ahora el diablo es el hielo que arde
cada vez que intenta
arrancarme el corazón.
Yo siento el frío como una espada
colérica, que arde sin fiebre
sin aire, sin noticias, atravesando todo,
de la mano con la maldita soledad.