Es una casa ¡preciosa!
en la calle veintitrés,
es una casa vistosa
que nos aleja el estrés.
Tiene un jardín espacioso,
muy bonito y especial,
tiene una fuente, un pozo
y una pérgola octagonal,
lo adornan bonitas flores,
como acuarelas preciosas
que lucen lindos colores,
donde vuelan mariposas.
También su lindo verdor
nos relaja las tensiones,
nos alivia el calor
y nos llena de ilusiones.
Fue ahí que disfrutamos
escuchando poesías,
un cafecito tomamos
con amor, con alegría.
También ahí conversamos,
y entre mensajes y risas,
el tiempo que allí pasamos
se nos fue como la brisa.
Así yo he relatado
como fue que compartimos,
en la Casa del Vedado,
todos los que allí estuvimos,
con el fin de saludar,
llenos de gran alegría,
al V Festival Internacional,
dedicado a la poesía,
que esta vez se celebró
en la Ciudad de La Habana,
y con amor lo acogió
esta tierra tan cubana.
Vero