EL TIEMPO PASÓ.
Y el tiempo pasó,
por dicha o desgracia
y cual viento se llevó,
el amor a lontananza.
Más lejano el amor,
el corazón ama,
y quizá no hay dolor,
sólo ansia lejana.
Y el alma suspira,
sin ningún aliento,
cuál lágrima vertida,
en sediento desierto.
Cuanto quisiera,
el tiempo no pasara,
cómo la vida pidiera,
la muerte no llegara.
Y es vana la rogatoria
e inexorable el tiempo,
como banal el intento,
del reloj en moratoria.
Y el tiempo pasó,
o quizá pasó la vida,
pero en el alma quedó,
un amor sin despedida.
Al tiempo inmune,
austero al recuerdo,
cuál cirio en pebetero
que jamás se consume.
Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)