Un día raro,
la lluvia y el granizo
tienen la culpa.
Pero es invierno
y es lógico este tiempo
que ya tardaba.
Tendré paciencia,
decían los gorriones
en los jardines.
Era su canto,
susurro entre las ramas
casi inaudible.
Caen los copos,
de nieve y el granizo,
junto a la lluvia.
Todo se junta
en manto blanquecino
como una alfombra.
Blanca en invierno,
dorada en el otoño,
seca en verano.
Tras esta estampa
vendrá la primavera
una vez más.
Y el manto blanco
se cambiará por otros
multicolores.
La primavera,
milagro de inocencia,
de juventud.
Con su pureza
nos limpiará legañas
del frío invierno.
Será bonito
Y volverán las almas
a suspirar.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/23