Verte en cada luz que asoma
y en cada día que llora.
Verte sin fin y sin ocasos
creyendo en la palabra de los cuentos dorados.
Saberte dentro y fuera de mi corazón
porque ocupas todo un mundo de ilusiones.
Eras quien creaba el sueño de las flores
con tus manos de ternura y tus ojos de perdón.
Amarte sin poder volver atrás.
Amarte con el tiempo, con el sol y el aire
viviendo cada día como cae el rocío
que nace de tus ojos a cada instante.
Ser ambos lo que somos y seremos
con toda la miel y las espinas que tenga este mundo,
porque a pesar del tiempo y las noches con arena
el amor nos hace vivir como uno.