Interprétame
con sal, laurel, gestos
y habilidades incuestionables.
Abarca todo mi ser y nunca dudes
si mi espíritu es sagaz frente a los muros
de la hipocresía.
Día a día y golpe a golpe
el nombre que me otorgan los vegetales
ya no me molesta…
Hubo un tiempo en que los días,
las noches y el crepúsculo desalmado
me hirieron y corroyeron
mi lengua de rimas.
Sé que hubo cosechas de aguamieles
y estiletes
y una cara con su cruz,
una boca llena de orgullo y caridad,
2000 maneras de reír y gemir…
Interpreta, si lo deseas,
mi cobijo de habilidades inhumanas.