Cuando venga la muerte
morir quiero sereno
recordando lo bueno
en la vida: ¡qué suerte!
Y al final quiero verte
con tu espíritu lleno
muy gozosa en tu seno
cuando venga la muerte.
Y si ya moribundo
se te sale un suspiro
y una lágrima triste
es quizás, que quisiste,
ser de mi aire el respiro
con amor muy profundo.