La política
La política es politíca,
si su identidad
se concentra
en el bien común
de la sociedad,
y hace tematico,
el debate
y el diálogo social.
Al margen de tan
magno ideal
nunca será política,
la política,
porque es humanista,
riel histórico que le da
abnegación y dirección.
Enajenar esta visión,
es apartarla,
surgiendo una cruel
criatura
que aja su dignidad.
La política es cambio
y praxis,
lucha por la democracia
y la libertad,
inspiración y consagración,
de su alta majestad.
Es campo fecundo
del pluralismo
que irradia premisas
y acuerdos,
tras una vida superior.
Equivocados
los que afirman
que la política es nociva.
Lo dañino es tergiversar
su genuina intención,
que implica
que ya no será política,
sino, antítesis,
la que erosiona
el alma secular.
La política es inherente
al ser humano
y es adarga ante el mal.
Epopeya que alcanza
escaños, aprueba leyes
y las hace respetar.
Es la casa de la justicia,
acto electoral popular,
base del poder publico,
que brinda estabilidad.
La política es ciudadanía
y participación,
sujeto y predicado,
verbo y acción.
El canto del día a día,
serenata a la hidalguia,
epica y lírica
que van por la autonomía.
Es servirle a la gente,
dándole la mano,
en tiempos emergentes
y escabrosos.
La política es ética,
filosofía e ideología,
que al hombre, guían,
en tiempos de paz
y anomalías,
hasta vencer
y conquista el poder
al servicio del menester.