Me embriagó la tarde
con su luz del día
Traía un silencio
de clara agonía.
Fue escudo de bronce
el sol que ponía.
Dibujaba el cielo
con su letanía.
Su rostro era gris;
no se parecía.
Cubría el relieve
de su fantasía.
Esplendor celeste
lejos se perdía...
¿Por qué se alejaba
si ella ya era mía?
Se escapó la tarde
cuando el sol ponía.
Se escondía entre nubes,
más no la entendía.
Desnudó en segundos
mi melancolía...
Me dictaba y yo
en mi alma escribía.
Se marchó la tarde
con mi luz del día.
Me ha dejado sola
y yo no quería.
Pero tan bohemia
la hice poesía...
Y guardé sus versos
con lo que decía.
Autora: EmitzaSR
De Cuba.