Dicen que una pajarilla
lleva sangrando su pecho
porque una flecha bandida
le ha mutilado sus sueños.
Ella volaba tranquila
sobre las ramas del cedro;
ella comía alegría,
cuando cantaba: ¡Te quiero!
Hoy con sus alas dolidas
que van sangrando tristeza
siente la vida contrita
porque hasta el viento golpea.
Dicen que vieron pasaba
por la ribera de un río;
dicen que hasta en sus entrañas,
se iba apagando su brillo.
Y en la bella madrugada
llegó la mala noticia
que había muerto su hermana
con quien ella convivía.
Dicen que hoy vive llorando
por los dolores que siente;
y las campanas doblaron,
porque desea la muerte.
¿Cómo te salvo del duelo,
que te ha causado dolores;
cómo te alivio lamentos,
antes que llegue la noche?
Porque no quiero que sufras,
no quiero verte sufriendo;
quiero que sigas la ruta,
para encontrar mundo nuevo.
«¡Busca siempre pajarilla
esos preciados destinos;
sigue luchando en la vida
porque nada está perdido,
si con ahínco construyes
en las alturas tu nido
acariciando las nubes
y recobrando tu brío!»