Escribo algunas cosas en el silencio
de la noche.
Al fin y al cabo, me digo: “…a ver si atrapas
algunas chispas de fuego
en esta helada tundra de la soledad”
Me pongo dramático y pregunto:
¿Sabrá Dios como el agua recorre
todos los rincones de la herida
para atrapar el dolor
y luego alzar vuelo para no volver jamás?
¿Sabrá Dios que hay un vacío
que nos traga
y nos arrasa como un tren
para quedar, después, igual de vacío?
Escribo algunas cosas en silencio,
pensando,
quizás encuentre alguna respuesta.