Carlos Eduardo

De Pedro Paramo

Yo quise ser como cualquier otro

de cuando niño lo fui

más en la noche de los tiempos

extravié el camino

infundí temor, me apropié,

terminé mal,

hoy todavía vuela la canícula por los agrestes campos

y el murmullo se apacigua,

a ella a quién amé tanto 

tenía la poesía de la locura,

hizo como que no sabía nada de mi

se tornó una llaga insanable

en su mirada lunática tenía el brillo de nuestros juegos en el jardín de los abuelos

ahí le prometí todo

¡qué churumbel!  

la gente del pueblo murió,

¡cuánto les quité a tantos!

no se ha borrado el susurrar, 

murmuran calladamente,

se escucha

...