Nacimos para aprendernos,
para descubrir y entender las voces
percibir y diferenciar
el olor de vida al de la muerte;
para percibir y diferenciar
el color del alimento
al color vacío del hambre.
Nacimos para aprendernos;
recogimos en mutismo obediente
las consejas y orientaciones
de quienes al mundo nos trajeron;
armamos luego
con errores encima, qué alegría
nuestra exclusiva trampa
a la llamada vida.
Eliminamos de nuestro vestido nuevo
lo que consideramos inútil
caduco o simplemente estéril;
un aparejo propio construimos
abanderando ideas y miradas.
Nacimos para sabernos
sabernos pan
sabernos mano
sabernos rabia
sabernos tiernos.
Armamos nuestra propia apuesta,
cada quien enrumba su veleta
para encontrar seguro
la multitud de dudas;
fuimos con los otros
y de los otros entendimos
que libertad y miedo
son nutrientes permanentes,
que solidaridad y entrega
son propósitos de vida
Nacimos para aprendernos
nacimos para sabernos;
para retornar luego
a la tierra blanda
y engendrarnos luego
en cualquier fonema