Con el eco dulce de tu voz quebrada
a mi mente llegas con tu travesura
y en sensual sonrisa voy quedando anclada
tras el dulce aroma de tu vestidura.
La sonrisa tuya, bella enamorada,
besa el aire que entra por su comisura.
Bebe a un sorbo ese beso, en ella formada,
dejando en mi pecho sutil aventura.
En veloz galope, suspiro cabalga
buscando una flor de tu pecho nacer.
Para entrar a tu alma y que nunca más salga...
Quedarse por siempre hasta ya fenecer.
Fresco olor a piel, expide la mañana.
Inhalando quedo, plena de embriaguez.
Es dulce ternura que tu olor emana...
Los días, semanas... ¡Una y otra vez!
Tu aroma y mi vela, sombras de locura,
perpetuando ese olor, que mi piel respira.
Mi cabeza vuela, tu imagen procura.
Pensamiento que hoy, a estos versos inspira.
Va cayendo la tarde, el aire describe.
Una nube al sol, de mis ojos esconde.
Y al compás del viento, de mi pecho escribe.
ese dulce sentir, que mi alma responde.