Estoy saboreando
un suspiro de tu amor,
que alimenta mi alma
y mi enamorado corazón.
Sabe a susurros de tus labios;
tiene sabor a tu piel,
a enjambres de: te quiero
que para mis oídos son miel.
Ha recorrido mi espacio,
en busca de mi silencio,
que se iluminó de pronto
con este perfumado aliento.
Se ha fundido en mi alma
y nos hemos extasiado;
somos nubes abrazadas
en nuestro cielo estrellado.
Angel Miguel