Me embarga la emoción cuando leo tus letras
y comienzan a mezclar la metonimia en mis sentimientos
los versos y sus consecuencias en el amor, tantos efectos
en los que ya no reparo, felizmente lograron apasionarme.
Es insoslayable imaginar que siempre
sos la dueña de mis versos, impulsados por los sentidos,
escribo entre parpadeos y gemidos, versos libres,
donde un corazón con coraza, me dicta su pasión.
Me gustaría escribir en un ensayo,
el por que de mi metalepsis para no ordenarlos,
la causalidad de la poesía, o mi mentora me enamoró,
o simplemente es mi alma de escritor.
Yo prefiero a mi musa, ella me enseñó el verbo amar,
con su paisaje invadido de flores y su dulzura poética,
allá en el sur, con su adorado corazón, cuidarlo,
para que siempre esté mimado, corazón de sangre gitana.