Celos de las piedras
del rumor del mar
de los alabastros
de las colinas en Zurich
Celos de los gatos
de sus eclécticos nidos
de las alpargatas
de los simios
Celos del calor piurano
del humo del tabaco
de la transformación de la mariposa
del cáliz de la libertad
Celos de tu voz
de la muerte
del vaivén de las olas
de los conejos tuertos
Celos de tu piel
de tu aliento
de tu joven corazón
de la ubicuidad