Te ansiamos, “Impenetrable”.
Madera indígena que te hiciste monte
con dosis de misterios en tu atracción ignota
y en tu reserva fugaz de fantasías.
Alguna vez osamos por impulsos
adentrarnos en ti por algún hueco
y las marcas de tus talas nos hollaron
y nos tembló la leyenda de tus molles.
Tu sombra nos marcó ardientemente
y tu silencio, cercano al cielo y lejos de lo humano
nos llevó a espacios de leyendas.
Desde tu alto, el eco del río parecía campanario
en coros murmurantes y asomados a vacíos
nos templamos en la plenitud de la vivencia
que nos colmaba de aventuras.
De a pie, sólo de a pié, pues jamás pudimos
adentrarnos a caballo, tocamos tu ser
y te sacamos parte de tu vida...
y la hicimos nuestra.
De mi libro “De sentires y sentires”. 2008 ISBN 978-987-556-229-5