Hoy te cuento que en la mañana
encontré un pedazo de mí,
ahí, bajo la cama.
Estaba lleno de polvo y me miraba temeroso.
Me acerqué un poco avergonzado para tomarlo
¿Me guardas rencor? le pregunté,
solo bajó la mirada.
Aún me falta recuperar otros tantos,
pero hoy te cuento que los voy recobrando,
me voy recobrando.