Cuando sabemos del destino ineludible
y que no hay posibilidad de avitarlo,
dejamos de hacer divertido el viaje.
Sin embargo, qué bueno es perderse
en el camino que sea, a fin de cuentas
lo importante es disfrutar del paisaje.
Entonces, viene el receso como un amigo
a recordarnos lo que hemos olvidado:
no hay afán que haga correr al tiempo.
Alexander Elías2023
#poemasparasanar