Me mira, como me mirabas tu también,
brillan sus ojos y se le ilumina el rostro,
confieso que a mí también,
coincidimos los dos en una sonrisa
y el mundo se detiene un poco,
este mundo que es tan rápido y loco,
el tiempo que se va cómo el agua
pero en ese preciso momento
nada existe, nada pasa, solo los dos
nos detenemos en una mirada.
No hay gestos ni palabras
solo colores que quedan en el alma
los que impactan y vuelvo a buscar
para detenerme y volverme a impactar.