No es la primera vez
que yo te miro
detrás de los cristales
de tu alcoba.
No es la primera vez,
estoy seguro,
que percibo tus hombros
al desnudo.
No es la primera vez
que te consiento
postrada sobre el lecho
compartido.
No es la primera vez
que yo te digo
que solo con tus besos
me sostengo.
No es la primera vez
que yo te encuentro
tan dentro de mis sueños
encubierta.
No es la primera vez
que me pregunto
por qué me enamoraste
sin permiso.
No es la primera vez
que agoto el tiempo
tratando de tocarte
sin que existas.
Jerry Méndez
México
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