¿He perdido las ganas de vivir?
¿Sencillamente, se fueron, y éstas,
hoy dinamitan lo que queda de sentir?
Será acaso, un sol de madrugada
el que explora mi cansancio y agota
las espigas de mi entretenimiento?
¡Oh, fuente fabulosa, donde brotaban,
como de la noche, en vez de agua, pájaros,
esquemas, ruidosas agonías de mordaces
lapiceros! ¡Cómo me acostumbras a estar
callado, y a no percibir más que resquemor
y asco del cielo!
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