Cuantas veces intenté cruzarme en tu camino,
con la esperanza de poder encontrarnos,
pero no sabía que camino tomabas;
cuantas veces te busqué en diversos lugares,
pensando que podrías estar allí,
nunca supe donde podrías estar;
cuantas veces grité tu nombre,
fueron gritos que no pudiste escuchar,
porque mi voz era un eco silente que no puedes escuchar;
cuantas veces te vi en tantos lugares,
con las ganas de poder saber más de ti,
solo eras un espejismo que solía desaparecer;
cuantas veces te soñé en mil paraísos,
sin saber quién eras,
pero mis sueños siempre hablaban de ti;
cuantas veces te imagine,
sin saber que realmente eras real,
y ahora que te encontré no te dejo de pensar;
solo con el hecho de saber,
cuantas veces algo de ti influyó en mí,
sin tener razón de ser cuando te conocí;
ahora debo pensar como lo haré,
para saber cuántas veces estaré junto a ti.