Llorando su pena, un verso cautivo
nacido de sueños de noches sin lunas
pensó de repente retar su fortuna.
Quemar el recuerdo de vieja libreta
soltar las cadenas que impuso la pluma
dejando de golpe las hojas en brumas.
Nacieron sus alas de dos sinalefas
el viento sus fuerzas gentil le susurra
y quiso de pronto probar las alturas.
Voló sin permiso detrás de su amada
buscando alcanzarla sin penas, sin dudas…
se vuelve suspiro de noche sin luna.
D.R.