Te quiero como el aire montañoso,
que limpio da vigor a linda rosa;
te quiero, como luna esplendorosa,
que alumbra con su brillo primoroso.
Te quiero como el fruto más jugoso,
que deja esta mi boca tan melosa;
te quiero, no lo niego eres hermosa,
si quieres, yo corriendo… ¡te desposo!
Te quiero como el agua fresca y pura
que baja recorriendo la montaña;
te quiero, como el bosque y su frescura,
que guarda los secretos en su entraña;
te quiero y mi poema no te engaña…
¡Te quiero, porque tú eres mi ventura!