Vane S.

Plemar

Soy un embrollo de sentimientos y emociones,

como un mar que se encuentra en temporada de marea alta,

todo va y viene en cada oleaje constante. 

 

Cuando la marea va en retroceso es cuando estoy en paz,

la corriente de resaca se lleva todo,

aquello que se encontraba en la superficie se pierde en el fondo,

cuando todo sale a flote llegan de golpe olas de emociones.

 

A veces puedes ver la ola acercarse,

en otras te inundan de inmediato pues no la ves llegar,

o no es que no la veas, simplemente te acostumbras,

sólo sientes como impacta y salpica alrededor.

 

Mientras tanto trato de nadar a la orilla,

a veces lo logro y otras quedo a la deriva,

naufragando entre cada pensamiento que abruma

y me quiere sumergir hasta llegar al abisal,

muchas veces he estado ahí, pero siempre logró salir a flote,

aunque cada vez cuesta más porque me encuentro exhausta.

 

A veces desearía simplemente ahogarme,

pero aun tengo un impulso para nadar y salir,

aunque siendo honesta no sé cuando tiempo más durará.