Lucy Quaglia
Tarde que se hace tarde
Tarde nueva, tarde vieja,
otra vez se te hace tarde,
se hace tarde entre la tarde
de días con alegrías,
con papitas, con sandías
y con pepitas de oliva.
Tarde, tarde, tanto tarde
mientras te espero con ansias
cuando no veo que llegues
y que te hacés esperar.
Tarde que me tiene loca,
casi nunca sin dormir,
que me persigue tu boca,
tus manos, tu corazón
helado como una piedra
que ya ni tiene perdón.
Por qué te llegás tan tarde,
por qué me hacés esperar.
Todo el día prometido
nunca me hizo esperar
como esta tarde tan tarde,
mientras el sol ya se acuesta
haciendo noche el lugar.
Tarde, no llegás siquiera
ni a las 12 de la noche
mientras me hacés esperar.