Te recuerdo tan mía, creación mía,
te recuerdo completa y continuando
tu formación absoluta,
mi dulce mujer compañera.
Cuánto
no soy
sin ti a mi lado...
Te recuerdo burlona, jocosa,
te recuerdo callada y pensativa,
seria y distante, cortante y analizadora,
te recuerdo amante, formalizadora,
hermosa y candente, brillante,
muñeca divina en manos no listas...
Cuánto
me interno
en este recuerdo latente...
Te recuerdo una noche,
fiel y preparada, entregaste tu confianza,
te recuerdo a oscuras y aun así
tan claramente, tan perfecta...
Cuánto
me alejo
de esa
realidad...
Te recuerdo en lágrimas y en decepciones,
te olvido en otras ropas y olores,
te recuerdo en viajares y en despertares,
en comedores y juegos, en arenas,
en paredes y caminares...
Cuánto
contengo
la pesadumbre
en mi garganta...
Te recuerdo magistral y bondadosa,
lista y capaz, entregando corazones
a causas honestas y fundamentales,
te recuerdo en mis brazos y labios,
en mis almohadas y escaleras.
Cuánto
me estrello
ante el ayer...
Te recuerdo llorando desesperada,
en una cama, en un cordón de calle,
en una silla, en un balcón,
en una parada de colectivo,
en una vereda, en una cocina,
te recuerdo rota...
Cuánto
me culpo
con razón...
Te recuerdo con tu corazón roto,
distante, malhumorada,
tratando de ser cordial, no vulnerable,
te recuerdo magníficamente lejos,
aun así acercaste tus formas
y fue como hace añares...
Cuánto
conservo
esos últimos besos.....
Te recuerdo y no puedo olvidar.
Cuánto
miedo
tengo
que te
desvanezcas....
Te recuerdo mía.....
Cuánto
mis lágrimas
imploran por salir....
Te recuerdo,
canto una canción
y comienzo a llorar sin aliento...
Cuánto
quiero
que estes aquí
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