La noche
En una noche despejada
con estrellas en tumultos
como recuerdos ocultos
en la inmensidad de la nada
dan una visión inmaculada,
de la luz que se va y aparece
un tenue brillo resplandece,
y que muere sin la oscuridad,
no hay verdadera eternidad,
sin ver su destello reaparecer.
Un suplicio arrastra el tiempo,
va pasando sin dar explicaciones
dagas que rompen sin atribuciones
abren las entrañas desde adentro,
empezar a contar de menos cero
y detener el pulsar del corazón
sin entender cuál es la razón
de ir perdiendo toda la lucidez,
como un instante de embriaguez,
la bocanada rompe su eslabón.