Estoy tan contento de haberte conocido, cambiaste mi corazón y mi mente. Me mostraste cosas que no podía ver, antes de ti estaba ciego. Me diste amor y amistad, me diste confianza y amor. No hay nadie en la tierra como tú, que me quede como un guante. Me enseñaste a querer, cuando mi corazón estaba roto y doblado. No sabía que podía sentir estas cosas, me mostraste lo que significaba el amor. Tu cara, tu tacto, tu cabello, los extraño cada día más. Ojalá pudieras haber sido mi novia desde mucho antes. Pero aun así me alegro de haberte conocido, una mejor amiga que nunca conocí. Veo en ti la obra perfecta de Dios, una mujer de principio a fin.