Una piedra pesada cubrió finalmente la tumba do está
aquel cadáver que fuera bajado de cumbre fatal,
manos piadosas tomaron dolientes al tal que murió,
y con ternura cubrieron de especias su cuerpo mortal.
A lo lejos... negro manto desciende en el monte
el silencio... cual sudario de muerte lo envuelve todo,
mil sollozos... que los vientos parecen llevar allá:
En la tumba murió la esperanza de un mundo sin luz.
Se disgregan las gentes, mujeres llorosas silentes se van,
fueron tres años de cosas grandiosas que no volverán,
y se preparan los que fueron suyos de vuelta al hogar...
las ilusiones de un reino glorioso, fue un sueño nomás.
Fueron a despedirse después de tres días a la tumba cruel,
las que le amaron por cuanto aquel hombre sus vidas cambió,
llenas de pena llegaron al sitio do yace Jesús,
Oh gran sorpresa la tumba está abierta y adentro no está.
Llenas de gran temor, y mayor es su pena, "alguien lo robó",
ellas no sabían que el crucificado la muerte venció,
entonces es cuando dos brillantes seres le dicen así:
Porqué buscais en la tumba al que vive?...EL RESUCITO!
Jesús vive!... el jardín de mil ecos se llena...
Jesús vive... vuelven sobre sus pasos a los suyos,
Jesús vive... la emoción se apodera de todos:
Su Señor de la tumba, glorioso, se levantó.
Jesús vive... todo el orbe parece cantar de gozo,
Jesús vive... y la muerte por éste fue derrotada,
Jesús vive... la esperanza renace de nuevo:
El Señor de la tumba, glorioso, se levantó.
R. Gruger / 30-1-90