En el ruido de una mosca,
y lo errático del vuelo
Sigo siendo el mismo: acabo de cambiar.
de los sueños perdidos
a sueños evidentes,
no hay gente donde busco,
y donde busco no estás.
No hay en el jardín las flores
las luces incómodas, el silencio
se impuso en la roca, los árboles,
al despertar, en las enredaderas
te busco, es inútil, el abanico
gira, entre los dedos que me duelen
entre el desmayo, en lo inquieto
del alma…
en el bullicio de la soledad,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo, siempre
solo, solo hago más esperar.
Espero todo el día hasta esperar
y terriblemente cansado, leo tu mente
en las paredes, estoy mal de mis huesos,
de mi columna, estoy en un hueco
sin salir de ti.